26/04/2013

Gestión de riesgo con grandes académicos internacionales

En las explotaciones mineras, construir los caminos necesarios es un gasto que se requiere mantener bajo control.  Así lo explicó el profesor Roger Thompson , de la Curtin University de Australia, experto en caminos mineros.

Lo escucharon los participantes en el Diplomado de gestión de activos del Departamento de Ingeniería de Minería UC. Los caminos en minería se diseñan, construyen y operan  en condiciones completamente diferentes que las carreteras interurbanas o avenidas urbanas.  No se necesita que un camino minero –de 34 metros de ancho– dure para siempre, generalmente se depende de los materiales del mismo sitio y hay que mantenerlo con eficiencia.  Los estándares no están todos estudiados, y siempre se requiere más investigación científica en el rubro. Pero sí sabemos de la experiencia y de la ciencia acumulada: si conocemos bien los factores que buscamos, podemos incluso relajar las especificaciones. La inversión en mantención puede incluso ahorrar inversiones en la construcción.  Por ejemplo, durante la reciente crisis de abastecimiento de neumáticos mineros, se vio con claridad que la inversión en mejores caminos puede ahorrar gastos en neumáticos. 

Consultado sobre la teledirección de camiones mineros Thompson replicó que por más factores que se incluyan en el análisis del avance de un camión, nunca remplazarán al “feeling” que el chofer siente en los glúteos.  ¿Y qué opina de las mujeres choferes? ¡Mil veces mejores que los hombres! Los camiones manejados por mujeres tienen menos accidentes, su mantención exige menos inversión; ellas son más cuidadosas; los hombres, más impetuosos, dijo.

El mismo Diplomado en gestión de activos recibió la semana pasada al profesor Andrew Jardine, autor del texto sobre factores de riesgo en equipos más relevante en el mundo.  Publicado en 1973, su fundamento matemático aún es válido; se han impreso nuevas ediciones puestas al día pero su base permanece inmutable.  El profesor comparó el análisis de los riesgos  con el estudio que se hace sobre los riesgos de infarto cardiaco.  Se pueden medir las variables y aumentar o disminuir las probabilidades de que haya un quiebre.  La edad es un factor, pero no es el único.  Lo clave es ir agregando factores que cualifiquen el riesgo por la edad para alcanzar una medida correcta, que nos permita llegar a un pronóstico. El análisis de riesgo, ejemplifica, consiguió que hubiera que cambiar con menos frecuencia las luces de la pista de aterrizaje de uno de los principales aeropuertos de Canadá.  Había que tomar en cuenta el clima de la temporada, la cantidad de luces falladas que podría tolerarse sin arriesgar el aterrizaje, por ejemplo.  La experiencia y la laboriosidad que se requieren para seleccionar y cuantificar los factores de riesgo proporcionan una tarea permanente al estudio y a las decisiones prácticas. Es el  modelo de riesgos proporcionales.