Amazon ya dispone de un ejército de 750 mil robots para evolucionar la distribución
Habla el profesor y vicedecano Miguel Torres. El Mercurio. Su unidades autónomas van desde brazos con sensores hasta vehículos autónomos. La tendencia apunta a un nuevo estándar global en automatización de bodegas. Amazon acaba de superar los 750 mil robots desplegados en sus centros de distribución, una cifra que da cuenta del ritmo acelerado con que la automatización se ha integrado a las operaciones del e-commerce. La expansión comenzó en 2012, con la compra de Kiva Systems, y hoy alcanza su punto más alto con el nuevo centro automatizado de Shreveport, Louisiana, donde nueve sistemas robóticos distintos funcionan en conjunto para acelerar la preparación y despacho de pedidos. Entre las innovaciones clave destaca Sequoia, una plataforma que reorganiza de inmediato por orden de urgencia el inventario con ayuda de inteligencia artificial, permitiendo almacenar productos hasta un 75% más rápido. Este sistema lleva los artículos directamente a estaciones de trabajo ergonómicas y reduce el esfuerzo físico de los operarios. Hércules y Titán, en tanto, son unidades móviles que trasladan estanterías completas hacia los trabajadores. Titán duplica la capacidad de carga de su predecesor, volviéndose los dispositivos más voluminosos como electrodomésticos y cajas de alimentos. Ambos navegan usando cámaras y códigos en el suelo, lo que además les autónomos sobre su desplazamiento. Uno de los desarrollos más recientes, Sequoia también es compatible con Amazon con sentido del tacto. Puede levantar objetos delicados dentro de los pods de almacenamiento sin dañarlos, gracias a sensores que miden presión y contacto. Además, su brazo robótico equipado con cámara y ventosa identifica el mejor punto para tomar cada producto y colocarlo con sujeción en tiempo real y sin cometer errores. A este conjunto se suma Sparrow, encargado de trasladar ítems individuales a los carros de embalaje; y Packgage Automation, que sustituye las cajas bolsas plásticas por envoltorios de papel hechos a la medida de cada pedido, reduciendo residuos y mejorando la reciclabilidad. Más de 12 millones de ítems ya se operan con este nivel, evitando el uso de más de 1.300 millones de bolsas plásticas al año. El ciclo logístico continúa con Robin y Cardinal, brazos robóticos que clasifican paquetes en las etapas finales antes del despacho. Con ellos se elevan hasta 23 kilos y se selecciona automáticamente cada caja según un conjunto ampliado, agilizando la carga de camiones. El sistema se completa con Proteus, el primer robot móvil totalmente autónomo de Amazon. A diferencia de Titán o Hércules, que requieren zonas restringidas, Proteus puede circular libremente por las bodegas gracias a sensores que detectan obstáculos y personas en su entorno. Sus tareas involucran traslado de paquetes desde las zonas de clasificación hacia los centros de carga. Para el profesor Miguel Torres, vicedecano de la Facultad de Ingeniería UC y experto en robótica, lo que está haciendo Amazon es parte de una revolución más amplia. “En la última década se vio un crecimiento vertiginoso en estos y nuevos empresarios que están introduciendo automatización y robótica en sistemas de bodegaje y distribución”, señala. Y agrega que este transformación responde a evitar factores, como la alta complejidad en la automatización de los pedidos de los clientes y los costos de mano de obra, que no se justifican tareas manuales repetitivas.
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