Historia

El surco desde 1888

La Universidad Católica de Chile se fundó en 1888. La Escuela de Ingeniería nace junto con la Universidad, con la clara convicción de sus fundadores de la importancia de los laboratorios en la formación de ingenieros. En 1903 se compran en Francia las primeras máquinas de ensayo. En 1938 don Miguel Letelier, luego de una importante modernización, crea el Laboratorio de Resistencia de Materiales. Esa fecha marca la iniciación en la Universidad de la investigación experimental en temas relacionados con la construcción como un servicio a la comunidad, en un esfuerzo que ha ido en permanente aumento.
A través de los años la institución ha ido incorporado nuevo instrumental, y reemplazando el obsoleto, en un proceso de mejoramiento que ha hecho aconsejable seccionar el Laboratorio de Resistencia de Materiales en los varios laboratorios especializados con que hoy se cuenta.
Como parte de la modernización de la Escuela en la década del 60, pionera en introducir en el país el concepto de una enseñanza confiada a profesores de jornada completa con formación de investigadores, se consolida el departamento que hoy se llama de Ingeniería Estructural y Geotécnica.

En el presente cuenta con trece académicos de jornada completa, dos de media jornada y cuatro profesores titulares eméritos, de los cuales dieciocho tienen grados de doctor, obtenidos en universidades del más alto nivel, mediante la realización de tesis doctorales en diversas áreas de Mecánica Estructural, Mecánica de suelos, Ingeniería Sísmica y Geociencias.

La Ingeniería Estructural y Geotécnica es la rama de la ingeniería que se preocupa del diseño y análisis de las obras de infraestructura: edificios, puentes, embalses, estructuras industriales, túneles y muros de contención, muelles y defensas costeras. También se hace ingeniería estructural en el diseño de todo tipo de vehículos, naves y grandes máquinas.

Dentro de la Ingeniería Civil, es la especialidad que tiene como objetivo principal el diseño de estructuras para que puedan soportar cargas. En los países sísmicos, como Chile, una preocupación central de la especialidad es el diseño sismorresistente, que incluye los aspectos de riesgo sísmico, respuesta sísmica, comportamiento sismorresistente y métodos para mitigación de la solicitación.

El ingeniero estructural debe diseñar estructuras que no colapsen, y que en condiciones de servicio, no se deformen excesivamente y no vibren de manera intolerable. Adicionalmente, debe lograr los objetivos estructurales haciendo uso eficiente de los recursos económicos disponibles. El avance en las capacidades computacionales, tanto en hardware como en software, está haciendo posible el empleo de modelos estructurales y geotécnicos cada vez más sofisticados y realistas, los que a su vez han ido exigiendo el respaldo de avanzada información experimental. Estos modelos tienen además diversas aplicaciones, por ejemplo en la ingeniería biomédica.

El futuro de la profesión se encuentra en los miles de millones de dólares que requiere la rehabilitación de la envejecida infraestructura del mundo desarrollado para que alcance niveles de servicio y de seguridad aceptables hoy en día, el diseño de la infraestructura que necesita el mundo en desarrollo, la introducción de nuevos materiales de alta eficiencia, incluso “inteligentes”, y los sistemas innovativos para reducir las solicitaciones en las estructuras.