Curso internacional: Avances en nutrición y alimentación funcional
En los preámbulos del curso la doctora Loreto Muñoz conversa con el Chairman, doctor Javier Fontecha mientras avanza hacia su lugar el doctor José Miguel Aguilera. Las sesiones culminan...
Curso internacional: Avances en nutrición y alimentación funcional
La profesora Loreto Muñoz, del departamento de Ingeniería Química y Bioprocesos de la Escuela de Ingeniería UC, fue la organizadora del curso internacional que inauguró el lunes 14 el prorrector de la Universidad Católica de Chile, Guillermo Marshall. Éste alabó el enfoque multidisciplinar del Curso, recordó que la obesidad ocupa el 5º lugar como factor de riesgo en el país, donde el 67% de la población presenta el síntoma. Se refirió a la carrera de Nutrición, dependiente de la Facultad de Medicina, creada en 2012 y su enfoque de salud pública.
Lo escuchaban desde la testera el profesor José Miguel Aguilera, del departamento de Ingeniería Química y Bioprocesos de la Escuela de Ingeniería UC; el profesor Pedro Bouchon, del mismo departamento y director de Investigación, Innovación y Postgrado de la Escuela de Ingeniería UC; el profesor Javier Fontecha, coordinador internacional del proyecto IBEROFUN CYTED, director del grupo lípidos CIAL-CSIC de la U. Autónoma de Madrid; el profesor Rafael Cornes, coordinador del programa Más Leche=Más Salud de la Federación Panamericana de Lechería-FEPALE.
El curso, que dura hasta el miércoles 16, toca temas como la relación de la microestructura de los alimentos y la salud, los elementos bioactivos incorporados en alimentos funcionales, las alergias, la leche humana como fuente de bacterias probióticas, el efecto del nivel de vacío y la temperatura en bocados de gluten y almidón fritos, o el efecto de procesado del arándano.
El profesor Fontecha, chairman del curso, moderó la sesión.
Dando marco al curso, dio su charla el Premio Nacional de Ciencias, profesor José Miguel Aguilera: “Microestructura, funcionalidad y salud”; el orador regresaba de una conferencia en Haifa, Israel, de la cual trajo a colación varios conceptos. 
Partió revelando imágenes al microscopio de la esctrucura de alimentos comunes, relevando así la diferencia entre ellos y la eficacia que dicha estructura conseguía en el proceso alimentario: desde el interés que despierta al observador hasta su digestión. Esa eficacia lo llevó al concepto de funcionalidad. Durante toda su charla, el profesor Aguilera mencionaba las excepciones, como por ejemplo, que el 4 al 6% somos alérgicos a algún tipo de alimentos: “todos somos diferentes”. Nuestros cuerpos tienen diferentes requerimientos, dijo. La alimentación debe ocasionar bienestar y también experiencias gastronómicos. Se detuvo en la importancia que el orden y la secuencia de la ingesta alimenticia tenía en los efectos alimentarios. Terminó prácticamente con un aforismo: “antes”, dijo, “el concepto era de que el alimento iba de la granja a la célula; hoy, la señal va desde la célula a la granja”. Abrió así el inmenso territorio que cabe explorar en el campo. “Esta complejidad de la nutrición recién la estamos empezando a ver”, dijo.
Lo siguió el profesor Juan Miguel Rodríguez Gómez: “La leche humana, una fuente de bacterias probóticas”. 
El profesor, del departamento de Nutrición, Bromatología y Tecnología de los Alimentos de la Universidad Complutense de Madrid, partió su charla constantando que la opinión pública considera que la leche materna es inocua y estéril. Pero, luego de reforzar la necesidad que tenemos de las bacterias en nuestros procesos orgánicos, abrió los resultados de investigaciones que comprueban la presencia de bacterias en la leche materna. Ellas, por ejemplo, tienen tales efectos positivos que en un 30% de las mujeres afectadas de VIF, el virus no es transmitido a los hijos. El profesor Rodríguez agregó un nuevo argumento a los que favorecen la lactancia materna: en los países escandinavos, donde el Estado favorece y alienta la lactancia materna prolongada, hay un correlato con un mejor estado de salud cuando la población alcanza más de 40 años. Es una inversión en menos gastos de salud pública en la tercera edad, dijo el profesor Rodríguez.
En primer plano, la organizadora, profesora Loreto Muñoz.
En el curso participan 30 expertos, del Instituto de Tecnología de los Alimentos (ITAL), Sao Paulo, Brasil; de la Universidad Complutense de Madrid; de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República Oriental del Uruguay; del Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria, de La Habana, Cuba; del Instituto de Investigación en Alimentos (CIAL), España; del Convenio con la UNACH para valorar la calidad de leche orgánica que se produce en Tecpatán, Chiapas, México; del Centro de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Autónoma de Aguscalientes y la Universidad Atuónoma Metroplitana-Iztapalapa, México; de la empresa Granotec, Chile; de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Valparaíso; de la Facultad de Medicina, Universidad Católica; del departamento de Industrias de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires; de Química y Biología, Universidad del Norte santo Tomás de Aquino, Argentina; del departamento de Tecnología Alimentaria, Escuela Politécnica Superior de Orihuela, España; de la Universidad Miguel Hernández, Alicante, España; de la Facultad de Biotecnología de la Universidad Católica Portuguesa; de la la empresa Functional Products Trading (Benexia); de la empresa Probisearch; de la Universidad Nacional de Tucumán; de la Universidad Nacional de Catamarca, Argentina; de la Universidad Autónoma Metropolitana, México; de la empresa Tamaya Gourmet y del departamento de Ingeniería Química y Bioprocesos de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica de Chile, la entidad anfitriona.