
Arnoldo Hax – El nombre del edificio de la interdisciplina
Arnoldo Hax – El nombre del edificio de la interdisciplina
Arnoldo Hax estuvo en Chile, como encargado del Proyecto MISTI del MIT con el país. Estrujó su tiempo, con la alegría y la dedicación que marcan su espíritu. Aprovechó de compartir con sus amigos en compañía de su mujer. El día previo a su partida grabó un video para la Escuela.
El profesor Hax, (“llámame Arnoldo”), conversó con Eduardo Toro, presidente del CAi 2012 y celebró el encuentro: él había desempeñado el cargo en 1959. Recordó cómo él en su presidencia aumentó la presencia del mundo externo en su Escuela de Ingeniería. Se enorgulleció de la Escuela Diego Portales, donde los estudiantes impartían clases para desarrollar competencias técnicas en los trabajadores. Y revivió uno de los reproches que recibió de parte del Rector, Alfredo Silva Santiago: había traído a Radomiro Tomic, candidato presidencial, a hablar en la Escuela. El Rector le exigió que hablara inmediatamente con un político de otra tendencia para que también se presentara.
Con ojos brillantes y sonrisa pícara, Hax iba reviviendo sus audacias, especialmente de cuando desde la Escuela generaban nuevas formas de construir la Universidad. Por ejemplo, cuando se trabajó en los currículos semestrales y flexibles.
Manifestó su admiración al Decano Raúl Devés, quien lo nombró Director de la Escuela (“le dije que se equivocaba, yo no tenía ni experiencia laboral”). Estuvo al lado del Decano en todo el trámite del Proyecto de Desarrollo y con él viajó para obtener el apoyo de Universidades como la de Berkeley. Estuvo también en la obtención de fondos de la Fundación Ford y del Banco Interamericano de Desarrollo para apoyar el Plan.
Fue él quien, con el decano Devés, de una trasnochada en un hotel de Washington, redactaron de nuevo la petición de apoyo que el BID había rechazado ese día. Obtuvieron los fondos.
¿Por qué quiere tanto a la Universidad Católica?
Respondió con el brillo en los ojos: fue aquí donde entró como un joven que pudo ir abriéndose al conocimiento, dijo. Y, lo más importante que le ha pasado en la vida, recalcó: fue aquí donde conoció a su mujer, estudiante de medicina con la que pololearon 5 años y con la que han gozado un largo matrimonio muy feliz.
Dijo sentirse abrumado por los honores que le ha prodigado la Universidad, el Doctorado honoris causa, la placa que lo honra al ingreso del edificio San Agustín en la Escuela de Ingeniería y ahora, que su nombre será el del edificio de la interdisciplina que la Universidad levantará en la Escuela de Ingeniería en el Campus San Joaquín.
No dejó de lado hablar de su modelo Delta. La conversación lo llevó a recordar a su querido amigo y compadre y ex alumno Nicolás Majluf y a expresar su rechazo al mundo de la empresa como un mundo de competencia bélica. Al final, dijo con emoción, la vía es el amor.
Hay cosas que cambiar, cosas que desarrollar. Hay que cambiar drásticamente, dijo Hax, el sistema educacional chileno, injusto, absurdo y que depende de una prueba absurda como la PSU. La PSU daña hacia arriba y hacia abajo, dijo. Celebró el programa Talento + Inclusión y la visión del decano Juan Carlos de la Llera para modernizar y globalizar la escuela, por hacerla más justa, más integrada a otras disciplinas.
Alabó el sistema de pregrado del MIT, donde se concentran los grandes profesores Premios Nobel, donde no se obliga a los estudiantes a tomar decisiones vocacionales antes de tiempo. Y, comparando, declaró el abismo que hay entre la actitud y el sentido de pertenencia y retribución de los alumni del MIT y los ingenieros UC. Pero esto puede cambiar. El Consejo Asesor de la Escuela de Ingeniería UC, al cual pertenece, sesionó antes de su partida. El ambiente de ampliar la adhesión de los Ingenieros UC a su Escuela, está prosperando, dijo.
“Es un honor conversar con usted”, le comentó Eduardo Toro, y le entregó uno de los tres ejemplares restantes en el Centro de Alumnos de una publicación con la historia del CAi donde figura el presidente de 1959: Arnoldo Hax.