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Marcela Adriasola: primera Ingeniera graduada de la UC

Marcela Adriasola: primera Ingeniera graduada de la UC

Fue la primera mujer titulada de la Escuela de Ingeniería UC. Marcela Adriasola egresó en 1965. Hace dos años jubiló y dejó de ejercer como gerente comercial de Codelco. “Estudié en el Santiago College, éramos puras mujeres, entonces fue un shock cultural estudiar con chiquillos. Pero fue una muy buena experiencia”, señala.

Cuando jubiló de Codelco en 2010, era gerente de Ventas; su cargo incluyó, entre otras cosas, la venta de cobre en una etapa, la logística y la programación de producción comercial en otra etapa y, finalmente, la venta de molibdeno y otros subproductos de la minería del cobre. Todo lo anterior significaba tener un grupo importante de gente a su cargo, la mayoría de ellos profesionales, ingenieros civiles y comerciales.

Marcela Adriasola imail

Su trabajo en todos esos años (como 15 en total, según cuenta), consistió en negociar permanentemente con los clientes de Codelco, con otras gerencias de la empresa, divisiones productivas, compañías navieras y otros proveedores de servicio, en resumen, negociar, coordinar, poner a todos de acuerdo, alinear visiones, fijar metas, controlar avance de los proyectos, trabajar permanentemente en equipo enseñando a las generaciones más jóvenes.

“Grandes desafíos en los cuales siempre tuve como guía lo que aprendí en Ingeniería. Y no es menor el valor que tiene decir ‘soy Ingeniero Civil de la Católica’. Más de alguna vez vi el respeto que esa simple frase inspiraba, respeto que obviamente había que respaldar con el propio desempeño, pero a veces era un punto de partida bastante ventajoso desde el cual empezar a conversar”, cuenta de sus años de universidad.

Su cargo también implicaba permanentes viajes por el mundo vendiendo los productos de la gran minería chilena. “Nunca me sentí no preparada para la tarea, ni superada por los problemas. Creo que mi educación en el Santiago College, con su espíritu de amplitud y tolerancia, y mi paso por la Escuela de Ingeniería de la UC me sostuvieron muy bien frente a esas situaciones”, cuenta Marcela Adriasola.

 La primera mujer

Según cuenta la Ingeniera UC, los valores que entregaba la Escuela se pueden dividir en dos áreas muy claras: por una parte la formación Cristiana, el pensamiento lógico y riguroso y, por otra parte, la enseñanza de las ciencias de la Ingeniería.

“Recuerdo a mis compañeros con mucho cariño, los mejores compañeros que pude tener. A algunos profesores que fueron extraordinarios por distintas razones: Jaime Wisniak, el Noli Hax, Rubén Toro, Pedro Vergara, Armin Lauterbach, profesores absolutamente de excelencia.  Recuerdo lo difíciles que fueron para mí los primeros tres años y  lo entretenidos que eran los ramos que vinieron después.  Pero lo pasábamos muy bien en la Escuela a pesar de los exámenes que nos afligían, las tareas y el permanente estado de incertidumbre en que vivíamos al principio. ¡Yo todavía sueño, a veces, que no he rendido algún examen y que no me podré titular! Pero ya me recibí, felizmente”, comenta con orgullo.

“Me marcó mucho ser Ingeniero Civil de la UC, por la forma de pensar y enfrentar los problemas, por tener una identidad profesional potente y una educación prestigiosa. Creo que en la Escuela adquirí el hábito de que las cosas que uno hace las debe hacer bien, de lo contrario es preferible no hacerlas”, señala.

Y es que el trabajo bien hecho era un valor transversal a todos los ramos. “Y el ser la primera mujer es algo más circunstancial, me tocó no más. Yo quería estudiar una carrera asociada a las matemáticas y no quería ser profesora en ese momento y opté por la Ingeniería. Sólo cuando empecé a estudiar me enteré que no había más mujeres en nuestra escuela. No me siento ni precursora ni pionera pero sí muy orgullosa de ser Ingeniero de la UC. Y no puedo negar el agrado con que he recibido el cariño y reconocimiento de mis colegas cuando se enteran que fui la primera mujer”, reconoce.

Marcela también confiesa que “es una Escuela difícil pero muy cariñosa con sus íconos y con el tiempo me he dado cuenta que por esta casualidad, yo sí lo soy. Y como las cosas uno sabe donde empiezan pero no donde terminan, resulta que ahora tengo un hijo Ingeniero UC y un nieto atravesando los duros primeros semestres de la Escuela. ¡Gracias Escuela de Ingeniería  y gracias Señor!”.

A las ingenieras que ahora están en la Escuela “les diría que disfruten la carrera si pueden, entre tanto examen, trabajo y estudio, porque los desafíos que presenta la Escuela son los mismos a los que estarán expuestas después, pero con otra responsabilidad. Que estudien inglés de todas maneras, hay que ser casi bilingüe. Y si pueden que estudien chino mandarín, alemán y quizás japonés. Obviamente hoy en día hay que tener títulos de posgrado que yo no tengo, y creo que los posgrados en Economía y Administración de Negocios se complementan muy bien con la educación de nuestra Escuela”, finaliza Marcela Adriasola.