Ingeniería UC se adjudica propuesta para converstirse en una Escuela de clase mundial

Convertirse en un motor para el cambio y la transformación de Chile hacia un país desarrollado, cuya economía esté basada en la generación de nuevo conocimiento de base científico y tecnológico es la meta del nuevo proyecto “El trébol: un motor para surfear las olas para el desarrollo de Chile”, lanzado conjuntamente por la Universidad Técnica Federico Santa María (USM) y la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica.

La iniciativa recibió el primer lugar del Programa Nueva Ingeniería para 2030, convocada por la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), que en una ceremonia realizada el viernes 30 de mayo reconoció a los cinco proyectos, que se repartirán $36.500 millones.

El programa de la Corfo llamó a las instituciones de educación superior del país a confeccionar planes estratégicos destinados a transformar a sus egresados en profesionales de clase mundial que puedan impactar el desarrollo de Chile. Los recursos irán en directo beneficio de la modernización del currículo de pregrado y la oferta de posgrado de las escuelas; con foco en los ámbitos de investigación aplicada, desarrollo y transferencia de tecnología.

“Vemos que la creación de capacidades en las universidades como algo fundamental y que debe tener una perspectiva de largo plazo”, afirmó el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Eduardo Bitrán. “Estudios recientes muestran que el nivel de las ingenierías en los países es un factor fundamental que explica la capacidad de innovación de esas naciones. Estamos convencidos de que este es un tema clave para los desafíos de la economía del conocimiento, en la cual Chile quiere involucrarse activamente”, agregó.

Además de Eduardo Bitrán; la subsecretaria de Economía, Katia Trusich, y el jefe de la división de Educación Superior del Ministerio de Educación, Francisco Martínez, en la ceremonia estuvieron presentes autoridades de ambos planteles, entre ellos el prorrector de la Universidad Católica, Guillermo Marshall; el vicerrector Académico de la Universidad Federico Santa María, Juan de la Fuente; el decano de Ingeniería UC, Juan Carlos de la Llera, así como otros representantes de la Facultad.

“El generar este proyecto ha sido una experiencia muy interesante para las dos universidades”, aseguró Juan de la Fuente. “Tenemos perfiles un poco distintos, pero el proceso se ha dado de muy buena manera, y nos ha permitido darnos cuenta de que es posible conversar entre las universidades, complementarnos y desarrollar proyectos muy provechosos. Nos da mucha alegría y además mucho orgullo ser los que sacamos el primer lugar. Tenemos unas capacidades y recursos humanos muy grandes y este es el momento de orientarlos hacia el beneficio de la sociedad”, añadió.

“Las ingenierías tienen que estar insertas profundamente en los problemas de la sociedad”, coincidió el decano De la Llera. “Eso lo hace difícil y desafiante, pero a la vez muy motivador, porque la ingeniería es justamente ese puente que busca solucionar dichos problemas”, aseguró. El decano agregó que Ingeniería UC ya se encuentra embarcada en un proceso de cambio que tiene como horizonte las mismas metas que esta iniciativa plantea. “Tengo la expectativa de que este proyecto gatille resultados de corto plazo que el país pueda ver, para que así la sociedad se dé cuenta de que vale la pena seguir invirtiendo en las escuelas de Ingeniería”, señaló.
Los ejes de la iniciativa

“El trébol: un motor para surfear las olas para el desarrollo de Chile”, cuenta con cinco ejes fundamentales. El primero de ellos es la transformación de la manera en que se educa y aprende la ingeniería. Esto considera una formación mucho más inclusiva, que atraiga talentos de todo Chile sin importar su género, condición económica y social, de excelencia y enfocada en el emprendimiento de base científica tecnológica.

Lo segundo es el enfoque en los ámbitos donde la ingeniería juega un rol fundamental, como por ejemplo, la salud, la sustentabilidad, la información o la ingeniería en las ciencias, con ingenieros preparados para enfrentar los principales desafíos de la sociedad.

En tercer lugar se busca fortalecer las relaciones internacionales de las escuelas de Ingeniería de ambas Instituciones, haciéndolas mucho más productivas y creando puentes con académicos de escuelas y universidades de clase mundial.

El cuarto eje, se orienta a fortalecer las estructuras de ambas instituciones. En el caso de la UC, apunta a construir una escuela cuya estructura interna sea realmente de una escuela de ingeniería desarrollada en el mundo, capaz de adaptarse académica y financieramente a los continuos cambios y oportunidades externas. Para la USM, tiene dos focos fundamentales: contar con una institucionalidad, estructura organizacional y mecanismos de regulación que permitan potenciar el desarrollo de su misión fundacional, que es resolver problemas que atañan a la sociedad. Esto, a partir de fortalecer las capacidades del cuerpo de profesores de la institución, incorporando un grupo de académicos con una orientación y mirada hacia la sociedad y el medioambiente.