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Francisco Irarrázaval, Subsecretario de Vivienda y Urbanismo: “Para emprender se necesita de una buena idea y mucho empuje”

Francisco Irarrázaval, Subsecretario de Vivienda y Urbanismo: “Para emprender se necesita de una buena idea y mucho empuje”

Francisco Irarrazabal 1

Francisco Irarrázaval es Ingeniero Civil Industrial de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Master en Desarrollo Económico de la Universidad de Harvard.

Estudió en el Saint George’s College.  Durante los años de universidad, fue presidente del Centro de Alumnos de Ingeniería (1997) y vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Chile (FEUC) al año siguiente.

Irarrázaval fundó Un Techo para Chile en 1997 y fue su director nacional hasta 2004. Tiene más de 10 años de experiencia en temas de superación de la pobreza, barrios vulnerables, campamentos y conjuntos de vivienda social.

Después de un período trabajando en el sector privado se unió a la campaña del Presidente Sebastián Piñera, para el 2010 asumir el desafío de liderar la Secretaría Ejecutiva de Desarrollo de Barrios del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU).

Palafitos

Desde ese cargo condujo las innovaciones del Programa de Recuperación de Barrios, creó los programas de Atención a Blocks de Viviendas Sociales y de Aldeas y Campamentos. Antes de asumir como subsecretario se desempeñaba como Jefe de la División de Política Habitacional del Ministerio.

Este ex alumno nos cuenta acerca de su vida ligada al emprendimiento y lo que significa ser un ingeniero UC. Justamente en 2005 recibió el premio de la Fundación de Ingenieros (FIUC) de la Universidad Católica por su “Destacada Labor Social”. Es casado y padre de tres hijos.

Foto Copiapó

Emprendimiento
Su vida ha estado ligada a las problemáticas sociales de país, comenzando desde sus estudios en la carrera de ingeniería hasta la actualidad. “La realidad en la que vivíamos los estudiantes de Ingeniería era una muy distinta a la de la mayoría de los chilenos.  Por experiencias personales tuve la oportunidad de conocer la vida en los campamentos, quizás por el hecho de haber vivido frente a uno por mucho tiempo, o por haber organizado trabajos en mi época de estudiante secundario, conocí esa realidad y me parecía que era importante que los futuros líderes de este país ayudaran a cambiar esa realidad y pudieran conocerla”, relata.

Tenía 22 años y era Presidente del  Centro de Alumnos de la escuela de Ingeniería “y estábamos organizando unos trabajos de invierno, en los que queríamos tener contacto con el mundo de la pobreza. Pero no sólo eso, sino que logramos convocar a casi mil estudiantes no sólo de la escuela de Ingeniería UC, sino que de otras escuelas de la UC, y de otros establecimientos como la Universidad de Chile, Portales, etc. Nuestra idea era crear un equipo transversal, una mística de trabajo con jóvenes que tuvieran un objetivo común y claramente, creo que lo logramos”, señala Irarrázaval.

Este ex ingeniero UC comenta que cuesta mucho partir, “cuando uno está empezando todo se hace más difícil, sobre todo cuando se están tratando de realizar nuevas ideas.  Las personas no confían, cuesta conseguir los recursos, cuesta tener tiempo, todo cuesta, pero hay que tener mucha  fe de que la idea salga adelante y que se alimente y tenga combustible propio”, confiesa. La idea de realizar ese emprendimiento debe hacer que éste tenga más  energía y más fuerza. En el caso de Un Techo para Chile, “el combustible siempre fue el conocer como estudiantes, a personas de escasos recursos y eso nos daba la energía necesaria  para seguir adelante. Uno necesita una buena idea, mucho empuje al principio, mucha fuerza, pero la idea también debe tener energía y combustible propio”, complementa.

Consultado por el aporte de la ingeniería en la sociedad y en especial de Ingeniería UC, Francisco Irarrázaval comenta que “el principal aporte sería que los ingenieros escucháramos a la sociedad y la conociéramos. Les diría que la única manera de ser feliz, es que todos los días de su vida tengan sentido, que todos los días de su vida valgan la pena;  y la única manera de lograr eso, desde mi punto de vista, es trabajar en lo que a uno realmente lo apasiona, sobre todo si son en ideas propias y que ayudan a los demás”.

Ante la pregunta: ¿Qué le agregarías a la Escuela para que afloren más emprendimientos como el tuyo?, nos responde: “Más cafeterías, porque es en estos lugares donde nacen las ideas”.