Doctorado en Ingeniería y Tecnología cierra sus postulaciones el 15 de enero

En esta nota, Jorge Fuentes, ingeniero civil mecánico y uno de los primeros estudiantes del Doctorado en Ingeniería y Tecnología UC, cuenta su experiencia investigando sobre cómo las empresas pueden activar procesos de innovación que generalmente se encuentran en la formación de emprendimientos.

La Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica lanzó en 2020 el Doctorado en Ingeniería y Tecnología, el primero de su tipo en la universidad, y el cual busca impulsar proyectos de investigación colaborativos entre la academia y la industria tanto privada como en el sector público, que se traduzcan en mayor innovación y el desarrollo de nuevas capacidades tecnológicas al interior de empresas e instituciones público o privadas del país.

En la siguiente entrevista, Jorge Fuentes, ingeniero civil mecánico de la Universidad de Chile, cuenta su experiencia como uno de los primeros estudiantes de este programa. Actualmente trabaja en un estudio de abogados líder en temas de propiedad intelectual y a través de su investigación busca determinar cómo las empresas pueden activar procesos de exploración que signifiquen una transformación hacia organizaciones más innovadoras. Junto con su jefatura también ha ido delineando los objetivos de su investigación con potenciales aportes que pueda realizar en el entorno donde se desempeña.

¿Qué te llevó a postular al Doctorado en Ingeniería y Tecnología?

– Desde hace un tiempo que tenía la intención de buscar un mecanismo de contribuir más. Mi desafío personal es tratar de que nuestro país mejore sus condiciones económicas, que seamos un país desarrollado y que ojalá eso lo alcancemos a través de la innovación, la ciencia y la tecnología.

Y este doctorado cumple con las características para desarrollar esa inquietud

– Desde donde yo trabajo estoy muy vinculado a temas de propiedad intelectual, patentes y transferencia tecnológica y tocó que se me cruzó por delante este doctorado que busca tener una conexión firme, potente y sólida con la industria, independiente si la institución es pública o privada.

Temprano en su carrera, Jorge Fuentes se desarrolló en el área de propiedad intelectual, vinculando sus labores al mundo legal y a la práctica de servicios legales. Trabajó en el sector público como examinador de patentes y a partir del 2003 participó de un emprendimiento.

Fue en 2009 cuando comenzó sus labores en patentes del Grupo de Propiedad Intelectual de Carey, una oficina de abogados líder en temas de propiedad intelectual particularmente en el mundo de la innovación, la transferencia de tecnologías y patentes, lugar en el que se desempeña hasta la fecha.

Hoy, el ingeniero civil mecánico es Especialista Senior y se especializa en asesoría a compañías y emprendedores en el diseño e implementación de su estrategia de propiedad intelectual, así como en aspectos técnicos, entregando consejo experto en materia de protección por medio de derechos de patentes.

¿Por qué es importante profundizar conocimientos en la relación entre la industria y la academia?

– En la búsqueda de tratar de contribuir más me empecé a dar cuenta que particularmente en el área de propiedad intelectual, había que darle una mirada un poco distinta a lo que ya se estaba haciendo. Dado que el mundo ha cambiado tanto y hay tanta incertidumbre, la propiedad intelectual en particular hoy día no es igual o no tiene las aplicaciones y usos que tenía hace años atrás, entonces hay que mirar un poco más en profundidad qué está pasando ahí con esta práctica y con el ámbito del derecho. Ahí fue cuando me convencí de que había que estudiar, pero más que estudiar había que investigar y mirar cuales son las tendencias que existen hoy en día, entenderlas y a partir de ahí desarrollar conocimientos nuevos.

Y estos nuevos conocimientos se ven relacionados con tus objetivos profesionales…

– Sí, mi área de investigación es “Real Options Reasoning and Experimentation” y la estoy desarrollando con el apoyo de mi profesor guía, Michael Leatherbee. La idea es buscar un cruce en cómo las empresas activan procesos de innovación a través de la exploración y cómo la experimentación, muy propia del mundo del emprendimiento, engrana con esto.

Volver a estudiar después de tanto tiempo debe ser difícil ¿Cómo lo haces para compatibilizar el estudio con el trabajo?

– La ejecución del Doctorado es una actividad sumamente demandante de tiempo y, sin duda, la compatibilización con las actividades profesionales es un desafío importante. En mi caso particular, parte de mis actividades académicas las realizo en horarios fuera de mi jornada laboral. Sin embargo, tengo la fortuna de trabajar en una firma que valora profundamente el proceso formativo en el que me encuentro y me otorga espacios de flexibilidad que me son tremendamente valiosos.

Y agrega:

– Poco a poco el proceso de investigación se comienza a integrar con mis objetivos profesionales dentro de la empresa, de manera que esto permite compatibilizar mejor los tiempos y dedicación. Tengo suerte, hay mucha generosidad y comprensión, lo cual me compromete a rendir de mejor forma cada día como una manera de retribución.

¿Cuál es tu recomendación para quienes postulen a este doctorado?

– En la industria de repente tenemos muchas metas y quieres ir cumpliendo tus procesos rápido, pero el doctorado no es así. Mi recomendación para quienes tomen este camino sería disfrutar el proceso, porque aprender y tener la posibilidad de dedicarle tiempo a estudiar y profundizar materias, no es una cosa que se haga a cada rato, es un lujo al final de cuenta y hay que disfrutarlo y sacarle provecho.

Las postulaciones para el doctorado estarán abiertas hasta el 15 de enero y estas se realizarán a través de la plataforma online.