¿Es Santiago una ciudad preparada para moverse sin automóvil?
En el marco del Día Nacional sin Auto, expertos UC advierten que gran parte de los viajes en Santiago son cortos y podrían realizarse en bicicleta o a pie, si existiera la infraestructura adecuada. La Encuesta de Sustentabilidad UC 2024 revela que el 80,5% de la comunidad UC ya se mueve en transporte público o modos activos.
Este 26 de septiembre se celebra el Día Nacional sin Auto, una conmemoración que propone reflexionar sobre el impacto del automóvil en la vida urbana y las alternativas de transporte sustentable. La pregunta que surge en una ciudad como Santiago es inevitable: ¿está preparada la capital para que sus ciudadanos se muevan mayoritariamente en transporte público, bicicleta o caminando?
Para el académico Ricardo Hurtubia, profesor de Ingeniería de Transporte y Logística y de la Escuela de Arquitectura, la respuesta es compleja, pero también esperanzadora. “Según la Encuesta de Movilidad de Santiago 2024, en la capital hay una cantidad gigantesca de viajes que se hacen hoy en día en auto y que son muy cortos. De hecho, tenemos del orden de 700 mil viajes que son de menos de un kilómetro, un millón y medio que son de menos de dos, y tres millones de viajes de menos de cinco kilómetros. Eso es la mitad de los viajes en auto que se hacen a diario en la ciudad”, explicó.
El dato no es menor: la mitad de los desplazamientos en automóvil en la capital corresponde a distancias que perfectamente podrían recorrerse a pie o en bicicleta. Sin embargo, la falta de infraestructura segura y conectada se ha convertido en la principal barrera para que más personas opten por modos sustentables. “Hoy vemos a los que se atreven a usar la bicicleta a pesar de las dificultades. Pero si queremos que lo haga una gran mayoría, necesitamos una red continua y bien diseñada que llegue a todas partes”, advierte Hurtubia.

Junto con la infraestructura, se requiere un cambio cultural para movilizarse de forma activa y sustentable.
Medidas para avanzar hacia una movilidad sustentable
“Para promover que la gente se transporte de manera sustentable, lo primero es mejorar la oferta en el sentido de infraestructura y también la cultura hacia los modos más sustentables, tener políticas acordes a eso, que efectivamente se priorice y se inviertan más recursos en el desarrollo de infraestructura, tanto para las bicicletas como para los peatones, como para el transporte público en los modos más sustentables”, indica Camila Balbontín, académica UC e investigadora de CEDEUS – Centro de Desarrollo Urbano Sustentable.
“También otras políticas que son muy utilizadas en el mundo más bien desincentivan el uso intensivo del automóvil, sobre todo en zonas donde existen buenas alternativas, como por ejemplo gestión más estricta de los estacionamientos, restricción de circulación en áreas críticas y también se podrían considerar importantes medidas que han sido muy efectivas en el mundo, como tarificación por congestión o distintos tipos de tarificación vial”, agrega la experta.
Sin embargo, Balbontín enfatiza que una de las cosas más importantes es tener un cambio cultural: “Se requieren campañas y ejemplos visibles que muestren que viajar de manera sustentable no solo reduce la contaminación, sino que también mejora la salud, ahorra tiempo y también dinero -muchas veces- y hace que la ciudad sea más amable para todos. Nosotros vemos ejemplos en otros países que siempre miramos con esperanza, donde efectivamente los modos más sustentables son utilizados por todos, por familias, por niños, por personas de la tercera edad, porque sí existe una cultura que permite e incentiva que estos sean utilizados”.

Zanahoria y garrote: Según Hurtubia, la clave está en aplicar una combinación de incentivos y restricciones.
Según Hurtubia, la clave está en aplicar una combinación de incentivos y restricciones, a lo que llama zanahoria y garrote. “Zanahoria es infraestructura de calidad, que permita moverse de manera segura y expedita entre los orígenes y destinos relevantes. Pero también garrotes. Hoy el uso del automóvil es irracional, porque el costo que pagan las personas es menor al costo que le impone a la sociedad ese uso. Moverse en auto es artificialmente barato”, sostiene el académico UC.
El académico señala que cada kilómetro recorrido en automóvil durante la hora punta tiene un costo social estimado de 500 pesos, producto de la congestión, la contaminación y otras externalidades negativas. “Si multiplicamos eso por los millones de viajes que ocurren en un día laboral, el costo social asciende, conservadoramente, a más de seis mil millones de pesos diarios”, puntualiza Hurtubia.
“No se trata de eliminar el auto, sino de racionalizar su uso. Avanzar hacia la ciudad que queremos, y no quedarnos atrapados en una ciudad impuesta por el exceso del automóvil”, enfatiza.

Según la Encuesta de Sustentabilidad UC 2024, el 80,5% de la comunidad UC de Santiago se transporta en modos considerados sustentables.
Lo que dice la comunidad UC
Si bien la discusión académica apunta a grandes transformaciones, la realidad cotidiana en la UC muestra señales positivas. Según la Encuesta de Sustentabilidad UC 2024, elaborada por la Dirección de Sustentabilidad de la institución, el 80,5% de la comunidad UC de Santiago se transporta en modos considerados sustentables. Esto incluye tanto el uso del transporte público como los modos activos: caminata, bicicleta, scooter o patineta.
Este resultado se desglosa de la siguiente manera: el 69,7% utiliza transporte público, el 10,8% utiliza modo activo (caminata, bicicleta, scooter o patineta) y el 19,5% utiliza automóvil.
Los datos de la encuesta revelan una oportunidad: existe un gran margen para seguir reduciendo el uso del automóvil, sobre todo en los viajes cortos.